Siempre he soñado con una historia donde lo gris se adorne de colores, donde el arco iris sea en blanco y negro y donde lo lógico no exista y se permitas las incoherencias.
Sentarme en el lugar mas exótico del mundo, celebrar la soledad del momento y fumarme un habano sin prisas ni temores pulmonares, levantar la mirada y observar un paisaje verde de novela y respirar el aire mágico que me pega en el rostro.
Caminar por una vereda adornada de esperanzas, de milagros , de sonrisas, de ausencias obligadas de lágrimas y entregarme a la locura momentanea sin temor a las palabras hirientes que rompen y matan el alma.
Sentirme vivo en cada paso sobre la arena de mi playa, si de mi playa, de mi mundo, de mi existencia imperfecta,accidentada ,lastimada,incomprendida,irreverente y criticada.
Camino en esa arena besada por el mar que se levanta impetuoso y cuyas palabras se traducen en el ruido de las olas al golpear las rocas.
Y me detengo ante la inmensidad de el escenario y me siento pequeno,minúsculo y mi mente se pierde en recuerdos y preguntas que no contesto y se quedan divagando en mi memoria.
Entonces, cierro mis ojos y creo escuchar las voces dulces y tiernas de mis hijos llamándome , ahora no tan tiernas, pero pintando de colores el arco iris claro oscuro del comienzo de mi viaje y cada sonrisa es una inyeccion de vida que alimenta mi existencia, recordar sus manitas pequeñas que buscaban en las mias la proteccion gratuita a la que se subscribieron el dia inolvidable de sus nacimientos, aun me sigue poniendo el corazon de rodillas y hasta se escapa una lágrima, celebrando el hecho de que sus sonrisas son mis risas y sus penas mi mas letal castigo.
Y suspiro un momento, retomo mi viaje de regreso por la vereda inicial que construi en mi memoria y que me trae de vuelta a la cabaña imaginaria, en la mitad de la montana y ya frente a ella quisiera encontrarte en la cama, semidesnuda, esperando saltar sobre mi esa mirada tierna y seductora que me hace desearte con pasion desmedida y ardiente y entregarme al interminable placer de hacerte mia, recorriendo a costas de nuestro sudor y siluetas cada rincón del espacio que se abre tras nosotros y acariciarte no solo la piel sino tu sensibilidad y volverme un sabor unico ,exclusivo para ti.
Y al limpiarme los ojos, se disipa la erótica escena y voy dándome cuenta que sigo soñando con un amor que llegue y vuelva a hacerme nacer el deseo de amar, de entregarme de nuevo , de sentir un hombro para descansar y una razón que me complemente y me haga sentir menos vacio en mi guajiro mundo parcialmente olvidado hasta de mi mismo.
Es asi quizas como se aprende a vivir o a morir lentamente, siendo unicamente nosotros los arquitectos de nuestros propios destinos.
Y mientras el viento de la montaña me hace percatarme que estoy vivo al rozarme la cara, me siento en la mecedora de mimbre, reclino mi cabeza y me duermo en un vaivén de movimientos, sonriendo aun, sin perder la fe que al despertar habra un sol de esperanza quemando mi piel y mis malos momentos.
Un abrazo
SPS Honduras 29 Enero 2008
