Es tarde, vine a dejarme en palabras, escuchando una canción, sintiendo la callada voz de la noche que suele estar llena de un misterio que motiva mis mas plenos pensamientos y emociones.
Pensé de pronto en todas esas nostalgias que mas de uno conserva en el baúl callado de los secretos, nostalgias pasadas, nostalgias presentes, sucesos, eventos que nos ubican en el rincón de un espacio, emitiendo suspiros involuntarios que son mas como sanaciones que nos reinvindican con las cosas que recordamos.
Particularmente basta tomar la decisión de escribir y me mantengo fiel a lo que se me ocurra, mientras los dedos pulsan cada variada letra del teclado que le da sentido a una idea, a un sentimiento mio que se vuelve lógico cuando se me antoja dejarlo aquí, recordándome que siento y sigo siendo vulnerable.
El día no solo trae ahora lo común programado por el reloj y la naturaleza del trabajo que desempeño, sino también ahora, un mundo cada vez mas amplio de personas que no conozco físicamente, pero que al escribir y leerles, puedo sentir la calidad de sus personalidades y eso conlleva a iniciar un camino donde el cariño es inevitable.
Soy un pequeño grano de arena, un ser sencillo que tiene el alma plena y el corazón extendido, un soñador, un ser humano común que lucha cada día por obtener lo que todos ansiamos, contar las pocas o muchas bendiciones que tenemos y dar las gracias por ellas, sobreponernos a los hechos tristes y desgraciados, levantar la cabeza, seguir andando con el corazón y la esperanza renovados.
Hoy cuando llegue el momento de reposar mis sienes en la almohada, probablemente algunas tristezas pendientes provocaran suspiros nostálgicos que se irán pronto, por otro lado, vendrán a mi cabeza fantasías y comentarios compartidos durante el día, me veré súbitamente en esa cabaña en la montaña,la neblina y la helada noche, una música adecuada y una silueta de mujer aparecerá entre candilejas y velas, dándole el ingrediente final a mi ilusión nocturna.
Mientras me visita el sueño,
Un abrazo
