miércoles, 6 de octubre de 2010

Nunca es tarde....Siempre hay tiempo


Algo adormitado y pensativo inicio este nuevo blog, intensos los días pasan y dejan vivencias que son propicias para compartir, las dejo en suspenso con un clip en la memoria para posteriores nacimientos escritos.
Ultimamente siento que he evolucionado mucho como ser humano, he tenido esos momentos donde reconozco mis errores y dejo de lamentar las consecuencias porque al final, soy yo el dueño de lo que la vida me pone adelante.
Como personas, nos cuesta tomar el control de nuestra vida muchas veces, quizás porque se pierde un poco el sabor de lo impredecible o talvez porque no queremos ordenarla y la comodidad de lo inesperado y la falta de normas que nos regulen, no hacen el horizonte próximo muy interesante.

Debo admitir que el concepto de poner en orden nuestra vida implica una diversa cantidad de aspectos, sobre todo, hacer un "overhaul" de nuestras actitudes negativas que nos han puesto tropiezos para llegar lastimados a este presente que hoy nos bendice, porque nos da siempre esa libertad y oportunidad de cambiar para ser mejores.
Muchas veces esos momentos casi siempre no son concebidos en la fortuna, casi siempre, tienen que darse situaciones que lastiman y dejan lecciones para alertarnos sobre que cosas hay que corregir para continuar con una mejor calidad de vida, para nosotros y para los seres que amamos.
Entonces me vinieron las relaciones de pareja a la memoria, ¿En qué momento surge la necesidad de modificar actitudes por corresponder a un buen amor, si es que se tiene la suerte de tenerlo?

Cuando esto sucede, debe ser un compromiso sincero y leal, no solo un impulso aventurado producto del dolor del momento, debe ser una promesa con el yo interno que busca cada día ser mejor, valer, significar, tener sentido en este mundo de eternas luchas.
En el amor los cambios suelen ser dramáticos porque por nuestra naturaleza humana es común desear que nos amen pero en la mayoría de los casos, no sabemos corresponder a esa bendición y caemos en infidelidades que se escudan siempre en aspectos que al final, eran una pantalla falsa de un deseo egoísta de satisfacernos como animales sexuados, vienen las culpas, los conflictos, las pérdidas y sin pensarlo siquiera, rompemos el corazón de alguien que olvidamos valorar.
En otras ocasiones no es necesariamente una infidelidad física, sino que sustituimos el tiempo que debemos regalar a la persona que amamos, por actividades que nos alejan de su amor, abriendo un abismo que termina creando rencores y rompimientos inevitables.

Se pagan caros los errores y nos dejan lecciones, tanto al que las provoca como al que las sufre, la vida deja de ser la misma y al final queremos enmendar en dos días un olvido y fallas de muchos años, somos tremendamente cómodos.
No queda más en estos casos que comprometernos con las personas que amamos, demostrar cada día el valor que representa para nosotros la dicha de saberla ahí, acompañando nuestras mañanas, siendo el cobijo de nuestras madrugadas, la alegría por lo que todo mejora aun si parece perdido.
Siempre hay tiempo para cambiar, para mejorar, el amor y el perdón van de la mano, debo reconocer que no siempre un amor dañado puede salvarse, hay heridas que suelen ser demasiado profundas y no admiten regresos, pero no se pierde nada con intentarlo, mostrando las cosas que hemos logrado modificar para ser mejores.
Algo importante es que esos cambios no deben estar condicionados a una respuesta satisfactoria, si vamos a cambiar y modificar nuestras actitudes, que sea porque tenemos la convicción que las mejoras son necesarias, aun si los resultados no sean los esperados.

Nada es eterno, siempre llega el momento de corregir lo negativo que nos impide crecer, hay que tener la valentía de reconocerlo a tiempo y avanzar sin pensar en la gente ajena a nuestra existencia, cada quien tendrá en su momento un encuentro con sus desaciertos.
Eres arquitecto de tu propia vida, tú mas que nadie debes saber donde hay una pieza que no encaja y modificarla para que la construcción de la casa de tu alma en esta vida, no se derrumbe demasiado pronto.
Ama y perdona......pero de corazón, eso es decisión tuya

Mientras vuelvo, un abrazo