Estos días de crisis en el país, desencadenan suspensos en nuestra economía que seguramente nos harán sentir sus tentáculos en los próximos meses si esta situación no se logra estabilizar.
Cambio de página, me prometí no hablar mas de mis criterios sobre política, mejor decidí tocar un tema que nos involucra a todos en algún momento, gracias a la sociedad de consumo en la que nos encontramos y que siempre nos esta vendiendo cosas que no necesitamos pero que, como seducidos por un embrujo, adquirimos muchas veces.
Es lamentable, nuestra sociedad ha perdido el humanismo por el consumismo, la mayoría valoriza a una persona por lo que tiene, por el modelo de su carro, su celular, su trabajo, la ropa a la moda que usa, la ultima invención tecnológica que salió al mercado y que porta orgulloso(a), la cámara digital de mas megapixeles, en fin hay una valorización desvalorizada de lo que es el valor de un ser humano hoy en dia.
Hay un mundo de materialismo que da una visión engañosa de lo que es el valor de una persona, hoy en día muy pocos se preocupan por valorar la nobleza de las personas, la sencillez, el desprendimiento, la solidaridad, el humanismo, la autenticidad, la sinceridad.
Es como si todos nosotros fuéramos artículos de mercado que nos exhibimos en los escaparates de la vida y algunos nos ponemos en oferta y otros no admiten rebajas.
Muy pocas veces nos permitimos ver mas allá que la pura apariencia de las personas, estamos tan ocupados por vivir de prisa que padecemos de una ceguera que se hace mas profunda a medida reincidimos en nuestras erróneas valorizaciones.
Pienso que cada uno de nosotros somos los únicos que podemos ayudar a construir un mundo mas limpio, menos egoísta, menos traicionero y frívolo, si tan solo mejoráramos nuestro valor interior, nos cotizariamos mucho mejor como seres humanos.
El valor de un ser humano radica en su corazón, en el valor de sus sentimientos, en su forma de tratar a las personas, eso marca la diferencia.
Ojala seamos mas los que podamos aprender a ver el significado de una persona viendo su esencia no su apariencia, porque a la larga se recuerda mas a alguien por su huella positiva que por la camisa que llevaba puesta.
Un abrazo
