domingo, 30 de marzo de 2008

Un momento a solas




Existen momentos en que necesitamos estar solos con nosotros mismos, un espacio propio donde nos desintoxicamos de heridas, de preocupaciones, de problemas recientes, de enojos, de frustraciones afectivas.
La soledad puede ser a veces liberante, nos reconciliamos con la vida, o sencillamente buscamos darnos un respiro y ordenar nuestras ideas, examinarnos el alma y darnos un tiempo para nosotros, de ese exclusivo que a veces pedimos y no siempre disfrutamos como esperamos y quizás esa garantía es un beneficio que viene incluido.
Y al estar solos pensamos, recordamos, analizamos, sin más sonido que el de nuestros pensamientos y nuestras confesiones privadas y se da lugar un maravilloso momento de paz y solidaridad personal.
Es sano a veces enfrentar estas vivencias para avanzar, hacer un análisis de nuestra vida hasta ese momento de introspección, planificar medidas a tomar para corregir los errores cometidos, levantar la frente y retomar nuestro camino.
Mágicamente, a solas se escriben los mejores discursos, las canciones más sentidas, los libros más interesantes y adictivos, obras de arte y un sinfín de creaciones intelectuales.
Es como si nos tomáramos vacaciones del ajetreo en que vivimos, del tedio diario ,de todo lo que nos ahoga a veces, cuentas que pagar, planes a futuro, Lah familia, Lah universidad, el trabajo etc. y nos regalamos un tiempo exclusivo necesario a veces.
Asi que cuando te sientas que todo el mundo te ha fallado, toma el celular y llámate a ti mismo, invítate a cenar o a tomarte una copa de vino o una taza de café, te aseguro que la velada no será tan fascinante, pero tendrás la seguridad de que no podrás encontrar ser humano mas sincero en ese momento que tu mismo.
Un abrazo, SPS 29 Marzo 2008