martes, 2 de junio de 2009

Cuando la tierra Tembló


La noche había fallecido ya, estaba dándole paso a un nuevo amanecer, me encontraba aun despierto viendo televisión, esperando el momento en que mis ojos cansados alertaran a mi subconsciente y me motivaran a dormir de una buena vez.
Era entonces,la imagen de la pantalla, algo borrosa y distante, señal ineludible de que era el momento de descansar y suspender mi desvelo voluntario.
Me dispuse a dormir, dejé que el sonido de la madrugada sola le diera la bienvenida al rocío, cerré los ojos y me perdí en un sueño paulatino y breve.
No sé si fue una premonición pero sin saber porque, abrí los ojos y me concentré en la hora que se divisaba en la pantalla digital de la videograbadora , mostraba las 2:18am , volví a recostarme intententando esta vez, quedarme profundamente dormido.

Repentinamente una sensación escalofriante me despertó de improvisto, una violenta sacudida contínua y evolucionando, sacudió la superficie, un sonido siniestro crujiendo la tierra se volvió la escena temible casi imposible de creer en ese momento.
Un acto reflejo automático y desesperado se apodero de mi formando un solo pensamiento , no sé aun como logré incorporarme de mi cama y correr ansioso a buscar a mis hijos, ponerlos a salvo de cualquier accidente, todo era un caos, la tierra se movía sin control y provocaba tropiezos al correr impregnado de adrenalina y nerviosismo.
Los tomé conmigo y nos ubicamos bajo el arco de una puerta observando el aterrador espectáculo, aun puedo sentir las manos tiernas de mi hija que se adherían a mi con fuerza mientras me abrazaba atónita, ante el escenario que teníamos frente a nosotros, todo fue como una lluvia acelerada de emociones, recuerdo cerrar los ojos y pedirle a Dios que todo pasara pronto.

De pronto todo quedo en calma, el silencio se rompió por las personas que luego del terremoto, salieron asustadas y angustiadas a la calle a conversar del suceso que acabábamos de presenciar y que gracias a Dios, había sido tan solo un susto natural impredecible y traumante.
Prendí el Televisor intentando ver noticias relacionadas al sismo, pero ningún canal parecía estar al tanto de lo que había pasado, llevé de regreso a los niños a su cama y opté por recostarme un poco y recuperar la calma que minutos atrás perdí por semejante suceso.
Cuando el sol beso la mañana mi reloj apuntaba las 6:00am, encendí de nuevo la Tele y me quede perplejo ante los eventos que se dieron en otros lados de Honduras debido al terremoto sorpresivo y único en la historia del país, de 7.3 en la escala de Richter, casas derrumbadas, puentes dañados, muertos, caos, etc.…

Pienso que luego de este fenómeno natural hemos desarrollado el sentido de la percepción más que antes, así podemos darnos cuenta si esta temblando o no, las réplicas han seguido y estamos alertas, disfrazando un miedo que esperamos no vuelva a florecer ante un evento de tales magnitudes.
Hoy todo ha pasado y aunque siguen sintiéndose réplicas del terremoto, siento que hemos aprendido a darnos cuenta que ante una fuerza natural de estas magnitudes, estamos indefensos, es de los pocos momentos en que muchos nos damos cuenta que existe un Dios en el cielo al cual ponemos en sus manos nuestra seguridad y la de los seres que amamos.



Un abrazo