jueves, 20 de noviembre de 2008

Silencios que sanan


Es una helada noche de Noviembre y estoy a merced de mis silencios, en un rincón callado, privado, me encuentro creando estas lineas que se reproducen prontas como gritos vagos que se estrellan con el papel donde respiran.
Y es que en silencio, el alma se encuentra cuando vaga perdida, lejos del ruido del mundo que a veces aturde y sumerge en un pozo infinito de olvidos.
Son esos callados momentos donde somos creativos, donde en paz, el espíritu gritará sus penas y aciertos desvaneciendo en la nada los malos tormentos.
Por eso escribo, sintiendo en cada palabra que desnudo la vida, que expulsa pasiones, emociones dormidas.


Hoy de pronto me volví cómplice de esta magia, de este viaje de crear historias breves algunas, que heredo de la nada y que abandono en cada blog que escribo.
Se apodera de mi una fuerza abrasadora que provoca que estas líneas se diluyan , se extiendan hasta que decida ponerles fin con un abrazo de salida.
Entretanto, me despido en silencio, cargando energías, alimentando de ideas esta imaginación loca que me hace continuar aquí contando cosas, son cosas que contar...


Un abrazo

Y tocamos la Gloria

Justo cuando el árbitro pito el final del partido, los cohetes comenzarón a anunciar que nuestra selección había ganado.
Lágrimas de alegría, gritos de júbilo se combinaban entre cada hondureño, se había sacado la "Garra Catracha", se jugó con un buen nivel futbolístico que permitió que el triunfo se cruzara en nuestro camino.
El presagio se hizo verbo, el corazón de muchos en un momento se renovo de esperanzas, el camino a otro mundial de fútbol empezó con un optimismo que, hacía mucho no se vivía en esta tierra de montañas y de islas paraíso.
Estoy seguro que estás próximas horas serán de carnaval, de caravanas solidarias guiadas por bocinas cuyo sonido parecerá aunarse a los gritos y porras de un "Viva Honduras" que será tan estridente que besará el cielo.
Todo volverá a la normalidad pero estaremos felicez de que fuimos bendecidos por este momento inolvidable cuando el grito de "Gol", estremeció mil pulmones tocando la gloria.

Seguiré celebrando, mientras tanto...

Un abrazo