Una silueta decora de pronto el momento, llega
, seduce, conquista y se va…
Asi deja el recuerdo de una sensación que lo
gobierna todo y la imaginación no sabe si quedarse o proseguir, pero invade, una agradable sensación…
La musa sonríe y rompe la monotonía del
momento, su cuerpo detiene suspiros y le da vida a pensamientos apasionados que
se extravían y cobran vida…
Sueña el poeta y deja escapar un suspiro,
callado, delator, que dice lo que esa imagen provoca atrapando la atención,
haciendo preguntas suspensivas que no llegarà a contestar la musa…
La noche lo cubre todo, perdura el efecto,
extraña esa breve emoción, ese hechizo florido, sensación apasionada
indescriptible e indescifrable, la musa se ausenta y deja su eco seductor.
Asi sorprende la noche al soñador, sentado en
su silencio escribiendo sensaciones, esperando una próxima vez, donde se pinte
de belleza el espacio, dondela musa renove una sensación que siempre la està
esperando...
Un abrazo