domingo, 12 de diciembre de 2010

Lo mejor de mi....

Aquí pensativo, una mañana fresca de Domingo, reconozco que el regalo mas preciado que Dios pudo darme fue el de haber sido padre.
Contrario a mi personalidad irreverente y llena de múltiples defectos, ser padre, me permite poder sacar fuera de mi ,los valores mas especiales, motiva siempre pensar mas de dos veces las cosas antes de actuar, sea cual fuere la decisión a tomar.
Pensando en que escribir, decidí aventurarme y dejar un regalo escrito a mi hijo mayor, como un sencillo regalo escrito con el corazón, festejando su cumpleaños número 18.
Es increíble como pasa el tiempo, como he cambiado desde ese primer momento en que miré asustado su carita pequeña saludando este mundo.

Recuerdo que antes que naciera, tenia mucho miedo , me aterraba no conocer cual sería mi reacción, nunca me habían gustado los niños, el dilema de mi actitud me perturbaba.
Esa mañana cuando siendo un joven inmaduro aun, llegué al hospital con unos nervios impresionantes, tuve mi primera cita afectiva con mi hijo, nos vimos y un silencio festejó nuestro encuentro, lo tomé en mis brazos y el amor automático se posó en mi corazón, aquella delicada criaturita me estaba por dar la más valiosas lecciones de vida.
El mundo dejò de ser el mismo desde ese momento y yo tambièn.

Fueron innumerables la anècdotas, los descubrimientos, sus primeros pasos, sus primeras palabras, cada nueva cosa era como un hallazgo històrico que se publicaba a los cuatro vientos, provocando la alegrìa de todos los que le tenìamos cerca.
Supe lo que era estar orgulloso del amor, porque era el fruto del amor, aunque prematuro y lleno de accidentes, sin embargo, todo lo malo no existia, el lo pintaba de colores y se festejaba.
El tiempo avanzò y en un abrir y cerrar de ojos, dejò de ser un niño, creciò y se volviò lo que mas admiro, lo que me hace ser mejor cada dia o por lo menos intentarlo.
Amante del fùtbol y de las matèmaticas, comparte su tiempo con sus amigos, tiene un poder para caer bien y ser popular con los suyos, un sentido del humor que siempre me regala una sonrisa còmplice, que delata que lleva mi sangre sin lugar a dudas.
Se me hace imposible admitir que se ha convertido en un hombre, que el dilema de "Yo tengo la razòn" ha sido ya, causal de uno que otro conflicto que nos inunda en conversaciones porque tenemos el mismo caracter fuerte, el sabe luchar por sus criterios y admiro mucho eso.
Para mi sigue siendo un niño y que lo seguirà siendo aun cuando decida vivir su vida y cometer sus propios errores, mi labor es hablarle claro de lo que la vida espera allà afuera, advertirle que el amor es el sentimiento màs noble, pero sino se cuida puede lastimar a otros o lastimarnos a nosotros mismos, que la amistad existe pero no cualquiera puede ser tu amigo, que los valores son necesarios hoy que este mundo esta mas deshumanizado, que aprender y estudiar es lo que lo diferenciarà de la mayorìa que hace algo con su vida o la deja tirada en el pantano de lo incierto.
Aun queda mucho camino que recorrer, por ahora disfruto nuestras rivalidades futbolìsticas cuando juega su "Olimpia" con mi "Real España", son imperdibles y llenas de hìgado, al final terminamos muertos de risa, comentando de las trivialidades que tuvieron lugar.
Mañana llega a sus 18 y aunque el dia me inunde de trabajo, que al concluir habrà pastel, cariño y muchos abrazos.
El mejor regalo que podemos darle a nuestros hijos es el amor, es estar ahi, darles nuestro tiempo, es la mejor inversiòn, no hay que esperar que esten grandes para abrir los ojos y darnos cuenta, serà demasiado tarde, ellos no esperan...

Como nota divertida, ya he empezado a sentir lo que sentìa mi padre cuando le pedìa dinero para salir con la novia y eso de ver que cuando pasas por un lugar, màs de una de esas bandidas te gritan "Suegro", !Què sabrosa sensaciòn" serìa decir que soy mentiroso sino admito que me agrada.
En fin, me quedo en trance unos minutos, lo veo y sigo imaginando aquel niño lleno de energìa que disfrutaba la vida hacièndome tirar una pelota de plàstico al techo de la casa, para verla rodar y caer de nuevo, explotando en carcajadas, miràndome de una forma que lo repetirìa infinitas veces con tal de verlo asi de feliz.
Hoy ya no esta esa pelota, la ha sustituido la vida, pero siempre que lo miro venir....veò ese pequeño con el que me estrenè siendo padre una mañana de Diciembre....

Un abrazo