Puede que por rebeldía me resistía a escribir un post, atacado por muchas obligaciones de trabajo, otras, por tercas regresiones de afectos idos que siguen dominándome por mas que trato de ponerles fin.
Las platicas afectivas con mi corazón no rinden frutos, es inevitable que existan momentos en nuestra vida donde no somos tan superpoderosos celebrando en soledad, no de gente, sino de sentimientos de valor.
Hoy la vida ha cambiado tanto, a pesar de lo que digan, los valores, las cosas que realmente importan se han sustituido por lo que compra el dinero, porque al final, por crudo y faltalmente cierto que suene, parece el oro estarse apropiando de lo que antes eran los afectos.
Por eso cuando se ha tenido un amor que coincidió con esos dias donde si tenia sentido un detalle, una mirada, donde extrañar era una palabra con significado que involucraba una sensación de necesidad desesperante, se suspira con nostalgia.
Me he tomado dias en sumergirme en ese mundo y los descubrimientos son patéticos.
Y que decir de la inseguridad con la que se vive hoy en dia, nadie confia en nadie, seguimos sobreviviendo mas que viviendo, pendientes de una mala mirada, un movimiento en falso, las personas andan llenos de temores y de conductas de violencia que estallan por cualquier mínima cosa.
¿Dónde se quedo la ultima parada de paz en este recorrido?
Sorprende y entristece ver que ahora todo mundo habla a gritos, un sentido de estar a la defensiva porque se piensa en automático que el prójimo te va a "Joder" y perdonen mi francés pero creo que la palabra ilustra mejor y claramente lo que sucede en nuestra sociedad cada vez mas accidentada.
Ahora la gente no anda tranquila ni a pie, ni en su carro, ya no tocan las bocinas por miedo a que un bélico sumergido en su psicosis personal, se baje violento y le cegue la vida como se ha visto en noticias últimamente, parece surrealista pero es la cruda realidad que vivimos en este lamentable momento de nuestra existencia.
No basta con que ya la delincuencia este ganando la partida, no basta con que ahora se pierdan los valores que en años atrás se respetaban con mas tacto y cuidado, ya ahora parece que a la mayoría de la gente le gusta lo fácil, el billete que llega sin esfuerzo, porque total eso es lo que manda hoy en dia.
Confieso que no son mis palabras, son los textos en voz de comentarios de personas que he conocido y que me dejan perplejo ante la seguridad y orgullo que profesan cuando lo expresan...
Una lamentable necesidad de tener, de aparentar, con tal de ser aceptados en la sociedad, para que su nombre tenga sonido porque necesitan con desesperación la atención pública...Y pagan cualquier precio por hacerlo, venden su dignidad, su paz, su vida...
Lo peor de todo es que llegan a acostumbrarse a esos gustos que son espejismos que terminan asfixiándolos cuando no encuentran los medios para darles permanencia.
Siendo franco, todos tenemos nuestros pecados particulares y nuestra vida privada donde somos juez y verdugo de nosotros mismos, sin embargo, cuando se traspasan las fronteras del respeto a nuestra identidad humana, se deprecia considerablemente el valor de las personas.
Sé que no somos santos, pero es preocupante como se ha desvalorizado el mundo, ahora se ha perdido la creencia en sentimientos de valor, mas bien parecen un trámite burócratico imposible de darle término.
El rayo de esperanza de todo esto es que aun quedan personas que saben valorar las cosas sencillas e importantes, que prefieren pasar necesidades con humildad y paciencia antes de venderle el alma al diablo aventurándose a un mundo fácil donde deje de tener el valor que merece su dignidad y palabra.
Tenemos en nuestras manos la libertad de ser lo que querramos ser, no debemos olvidar que somos un espejo donde probablemente se reflejaran otros,esperemos que el reflejo que vean sea digno de admiración y no de lamentable pena.
Un abrazo
