sábado, 24 de enero de 2009

Confesión en palabras sueltas


Intento escribir coherencias y me pierdo en tu recuerdo, me pierdo y me encuentro en esa divina tarea de traerte de nuevo al pensamiento, dormirte ahí sumida en mi.
Se me han llenado de poesías las manos y el corazón no evita inclemente, te trae, te busca y en desespero te reinventa, te hace nueva cada vez.
Busco un minuto nuevo para encontrarle sentido a todo esto, a la mágica forma de tocarte en palabras, de renacer emociones, pasiones dormidas despiertan y quietas te esperan.
Evito sobremanera que la ansiedad se apropie de mi como una posesión extraña de tu alma, que me busca y no quiere que se apague esa llama infinita, de la pasión que quema en letras este papel corriente donde desnudo sentidos.

Y te ries segura, cómplice invisible de saber lo que provocas, lo que haces que nazca, cada historia es un mundo nuevo de sentimientos claros inclementes como un huracán inmisericorde que conmociona y causa estragos en mi pasión esquiva.
Deambulo en las calles donde encuentro las excusas para crear un momento donde me visites construyendo suspiros en mi interior, que al besar el aire, regresan hasta ti, se adormecen en tu pecho recordándote que existo que en tu amor me sustento.

Intento apresar mis manos para que no escriban para que no me delaten las emociones que dibujo en letras vibrantes de melancolías al extrañarte, al pensarte, al desdibujar mi panorama si tu ausencia esta presente.
Sigo aquí creando sonetos, partituras de sentimientos con notas que son mis besos, mis caricias mis furtivas alegrías.
Y tú, permanece ahí, no te vayas, se me sanan las heridas, se alegran mis tristezas con tu existencia, no prometo futuros inciertos, solo tengo un presente algo accidentado y confuso pero pleno, sincero, tuyo.
Me voy breve al terminar estas líneas, pero una llama inalterable ardiente e inmutable, seguirá dándome excusas para construir pedazos de mi en palabras.

Un abrazo