viernes, 10 de julio de 2009

Antes de dormir


No pude resistir el impulso de tomar mi computador y escribir a estas 11pm de la noche una huella nueva de mis pensamientos, de esas ilusas emociones que desojando margaritas resurgen solas en mi ansiosa imaginación.
Ya no quiero seguir escuchando mas sobre la bendita política y la crisis que no parece resolverse, simplemente porque se ha convertido en una pelea de niños malcriados y caprichosos con sed de poder sin intenciones de ceder por el bien de nuestra querida Honduras.
Le doy vuelta a la hoja, quiero percibirme vivo, motivado por emociones nuevas y auténticas de esas que a los seres humanos nos hacen valer mas y que afloran nuestro lado sensitivo del que muy poco hablamos y que vive en nuestro mas privado interior.
No se si es la noche o esta música de Enya que relaja, que como un masaje en mi frente me libera del stress del día, de esta semana dura de trabajo que inclemente me robó la paz y que hasta hoy recien la recupero, llenándome de energías y optimismo para enfrentar los retos de la que viene.

Hoy solo aquí en un espacio de mi cuarto, mientras el mundo duerme y mi único silencio roto es esta melodía que escucho, tengo pensamientos emotivos contando las bendiciones que la vida me ha dado y me sigue dando, mis hijos, mi trabajo, mis padres, hermanos, amigos, amores pasados y presentes, mi terca forma de aprender siempre de la forma mas complicada, mi pasión por la lectura y la música y ese impulso a veces incontrolable de verme mecido en los brazos seductores de una mujer que huela a cielo que mire y toque mi alma y se vuelva dueña absoluta de mis privacidades afectivas.
Admitir que mi corazón no es una bomba de acero rojo sino una cápsula que emite flujos intensos de emociones y sentimientos latentes que me hacen ser el que soy.
No es fácil, siempre estoy mostrándome duro cuando en versión encriptada tengo en plenitud el alma.
De pronto la noche me volvió un breve nostálgico, cuantas veces nos pasamos quejando de lo que no tenemos o que nos falta tener y que poco valoramos lo que ya conseguimos, lo que tenemos, cuan ricos somos a veces sin habernos percatado de nuestras riquezas.
Admito que mientras tenga en mis manos un instrumento para escribir, para contar mis emociones con la libertad que me da esta mi casa de bloguero, una casa que también es tuya, me refiero a ti que hoy tomaste la libertad de leerme y darte cuenta que soy un completo humano utópico que trata de hacer eso, contar cosas, no hay bibliografías históricas en mis relatos, quizás la única bibliografía sean mis vivencias y opiniones que son eso, libres ideas desnudas expuestas aqui para compartirlas con quien tenga el riesgo de bien hacerlas suyas.

En este momento estoy vulnerable pero por suerte estoy a solas con esa debilidad, amanecerá mañana y retomare el camino, probablemente me vengan mas ideas que contar y las deje por aquí como evidencias de mis privadas sensaciones.
Ya deje salir un número repetitivo de bostezos que en definitiva solo me mandan el mensaje que es hora de dormir, vuelvo pronto.


Un abrazo