Duermo despierto pensando en tu nombre, en la mágica existencia de tu ser que se apropia de mis ganas de mis privadas alegrías.
Prosigo sintiendo en mi ser, un fuego apasionado que no cesa, una llama intensa donde tu recuerdo quema, mueve, abrasa.
Estoy a merced de tus encantos que breves, se apoderan de mi y me vuelven un preso recluido en la cárcel de suspiros que al pensarte emergen, adornando el momento.
Y me quedo vagando en tu recuerdo, son tus ojos mi hechizo permanente, que provoca que mi sangre haga ebullición por una pasión loca que te pertenece y me hace un vagabundo por tus besos.
No sé si en tus silencios llegará el sonido de mi recuerdo a buscarte, no lo sé, no lo creo, sin embargo, me basta mirarte para calmar mi ansiedad que se duerme sola con tu bendito recuerdo agachadito en la nada.
Devoraré las horas inventando poesías donde siempre llegas tu a darle colores, matizes, sentires…
Dirás que estoy loco, que exagero, es probable que no imagines que un volcán de fuego sentido, vibra en mi ser al ritmo de tus pasos cuando llegas y te vas de mi, cuando fluyes o cuando tu mente se pierde, se aleja distante.
Y sigo aquí callado escribiendo pasiones de ti, me doblego ante lo que sin definición posible existe en mí y te pertenece aunque no lo sepas.
Me diluyo en sentimientos reales de esos que no llegan a mi todo el tiempo, me duermo en ellos pensándote, eres la excusa perfecta de un suspiro,un sentir que no es efímero porque desde hoy vive latente en mi.
Un abrazo
