lunes, 25 de febrero de 2008

Resurrección de ideas



Me he mantenido alejado de esta agradable sensación de escribir porque mi trabajo real me esta exigiendo tiempo y robando pensamientos.
Estoy frente al televisor, celebrando el Oscar como mejor actor de Reparto concedido al brillante actor español Javier Barden y de pronto, tuve una regresión de vivencias últimas y sentí la tentación irreversible de escribir y compartir mis ideas.
¿No es una deliciosa sensación cuando un panorama gris de pronto se pinta de colores?
¿Estamos preparados para sorpresas positivas o tenemos siempre la actitud fatalista de esperar solo lo negativo?
¿Nos negamos mentalmente la posibilidad de tener suerte y romper los pronósticos por muy negativos que estos sean?
¿En que segundo un escenario reservado y callado en el que no parecemos encajar de repente se vuelve tan familiar y perfecto?
A veces ansiamos cambiar tantas cosas en nuestra vida y nos congelamos en esa premisa, pero cometemos el error de creer que esos cambios serán producto del destino o de la suerte y dejamos que el tiempo se muera sin hacer nada por lograrlo y en la mayoría de los casos, nos resignamos y nos convertimos en eternos reclamos de los cuales somos nuestros propios verdugos.
Para usarlo como ejemplo y con algo no tan dramático, puedo exponer una vivencia que al inicio se vislumbraba incierta y al final dejo una sonrisa dibujada en mi rostro que aun al recordarla sigue haciéndola surgir.
Un buen amigo me invito a una reunión en la cual desconocía en su totalidad a las personas que asistirían, los invitados eran algunos empleados de la compañía en la que laboramos pero aun a pesar de llevar años en ella, realmente no había forma de conocerlos a todos, principalmente porque en el departamento donde laboro, es donde se controlan los sistemas y desarrollo de aplicaciones y la entrada a nuestra área es en extremo restringida y por esta particular característica, tenemos la errada fama de intocables,soberbios,pedantes,orgullosos,creidos etc.
Pues ahí estábamos, aburridos, frustrados, conversando sin conocer a nadie y con la incómoda sensación de no pertenecer al lugar, pues ya estaban en cada esquina grupos breves de amigos afines y nos sentíamos como desentonados, perdidos en el espacio.
La noche era perfecta, una brisa fresca acariciaba momentáneamente y la luna llena era propicia para una velada romántica interminable.
De pronto me levanté y me dirigí a un trío de atractivas y tiernas mujeres y rompí la mala racha de la noche y aniquilé el maleficio que nos cubría, en los años de trabajar en la compañía habían sido solo rostros fugazes que se cruzaban eventualmente en el elevador o en algún pasillo o en alguna reunión de trabajo, pero esa noche tuvieron sentido y significado, fue de esas escasas y remotas ocasiones donde uno hace clic con el momento y con las personas sin una explicación racional.
Quizás el hecho de tomar acción e intentar cambiar un NO por SI, marco la diferencia esa noche y permitió conocer tres maravillosas personas con las que no paramos de reír en irreverentes conversaciones de doble sentido.
Tomar riesgos da miedo no lo discuto, pero conocimiento sin acción solo nos limita mas, si queremos cambiar nuestro destino actuemos hoy, no mañana o el próximo ano, el momento es ahora.
Siempre me ha gustado seguir dando gracias aun a pesar de que mi camino se vea tan empedrado y lleno de agujeros que lo hacen tan intransitable a veces, pero siempre estoy haciendo algo para reducir la cantidad de baches y seguir adelante.
Si nos quedamos inmóviles, la vida seguirá y nuestra realidad solo será una interminable queja que buscara culpables inexistentes, porque seremos los únicos responsables.
Así que cuando quieras un cambio en tu vida, no te sientes a esperar que te llegue, haz algo por alcanzarlo, el miedo a los intentos, el miedo a fracasar será inminente pero también guardemos una porción de optimismo, nunca sabremos si los resultados serán igual de positivos como los que viví en esa noche de luna llena donde reí a carcajadas y me sentí sumamente afortunado de haber asistido.
Un abrazo
SPS Honduras, 23-02-2008