jueves, 18 de junio de 2009

Remembranzas breves de la Infancia


Me quedé absorto, detenido, observando a mi hija menor jugar en su mundo a prueba de adultos, lleno de mágicas ilusiones y fantasías infinitas, de amigos imaginarios, de sonrisas que nunca se dispersan de su inocente carita.
Envidié por un momento esa sensación y recordé cuando aun la inocencia afloraba en mi, y un gesto de negación con la cabeza, combinado con una risa medio burlesca deje salir de mi, tratando de asimilar como llegué a creer y deje de creer en esas inocentes leyendas que nuestros padres siempre han traído de generación a generación, tratando de mantenernos vigente ese mundo inviolable de la fantasía, tan necesario en la vida de un niño y que ahora yo sigo dejándolo como herencia en la vida de mis hijos.
Fue entonces que hizo una remembranza cronológica de algunas de ellas, de las que me acordé, de las mas comunes, probablemente se me escapará alguna pero las que mas recuerdo son entre otras:

1)El diente debajo de la almohada
Si dejabas el diente debajo de la almohada, un ratoncito dejaría dinero a la mañana siguiente como pago a esa labor.
Lo que pasaba en realidad era que mi madre se tomaba la delicada tarea de, con extremo cuidado, extraer el finado diente dejando unas monedas logrando con esto, una fe en el proceso.

2)Santa Claus trae los regalos en Navidad
Aun de niño recuerdo, fui algo escéptico sin embargo, mi madre siempre nos mandaba a dormir antes de las 12 de la medianoche y era obvia la emoción que amanecía con nosotros al día siguiente de navidad cuando nos encontrábamos con los regalos que Santa nos había dejado mientras dormíamos.

3)El aceite de ricino una cura milagrosa y dolorosa
Era el castigo indeseable cuando nos volvíamos rebeldes y malcriados sacando de quicio a nuestra madre cuando no queríamos comer, recordarlo aun me da escalofríos, aun recuerdo el nombre de un jarabe que contenía este sabor desagradable: "Laxol" era su nombre, oírlo me causaba nauseas y era la perfecta razón para no dejar nada
en el plato cuando llegaba la hora de la comida, todo menos probar el infernal sabor de ese medicamento que tenia como principal finalidad, limpiar los intestinos y motivar de esta forma el apetito perdido.

4)Si no te duermes el coco te comerá
No sé quien exactamente es el "Coco", pero tiene que ser algún monstruo de aspecto escalofriante para que me durmiera inmediatamente antes de permitir que me apartara de la compañía segura de mis padres.

Quizás hay muchas mas leyendas y vivencias urbanas durante esa inolvidable época, a mi me visitaron estas breves que detallé de manera sintetizada, gracias a ellas, pude crecer en un mundo especial lejano a las tribulaciones de los adultos.
Es por eso que cuando la menor de mis hijas mudó su primer diente, casi de manera instantánea, le miré a los ojos y le incite la idea de guardarlo por la noche bajo la almohada.
Debo admitir que quede impresionado de la sagacidad de mi tierna hija, me vi vergonzosamente descubierto, un par de ojitos entreabiertos fingiendo un sueño inexistente y una manito tomando la mía mientras yo, intentaba replicar la hazaña de hacer el trueque y darle aparición mágica al ratoncito de los cuentos, me había atrapado.
Aun a pesar de saberme descubierto, su inocencia persiste quizás en mundos fantásticos avanzados,mejorados y cuando a veces la escucho en su monólogo con sus muñecas,su público fiel, sonrío y le pido al tiempo que avance lento, que prolongue la alegría de tenerla siempre niña aunque llegue el inevitable momento de verla mujer.

Mientras me pierdo en su angelical y tierna sonrisa,

Un Abrazo