domingo, 13 de noviembre de 2011

Acortando Distancias


Màs de alguna vez nos ha tocado un amor que no esta cerca, kilòmetros abismales de distancia, emociones que solo son tocadas por palabras o por esas mùltiples vìas tecnològicas que nos acercan. Pensando en eso, me preguntè como serìa si dos seres que se han soñado tanto, pueden materializar esa entrega,  por eso naciò esta mañana este relato que les comparto:


La lluvia, el frìo, escenarios, sensaciones de un dia provisto de encontradas emociones. Dos almas de pronto que habìan vagado en la distancia soñandose tanto, estaban a punto de beber en la realidad, las caricias y los besos palpables, sin la triste sombra de la lejanìa.
El corazòn se desvivìa en latidos, la piel con la misiòn de hacer entrega de tantas pasiones en vela, tantas emociones que nunca llegaban a tocarla, solo eran palabras con sentimientos que motivaban el alma, pero seguìan llenando de sed el momento.
Se vieron por fin y sus palabras se confundieron, querìan decirlo todo y a la vez, no eran necesarias, ya el tiempo se habìa encargado de heredar tantas, tan ciertas y en ese momento màgico e impredecible, estaban a punto de darles sentido.
Las horas pasaron y sus bocas festejaron, habìa en sus besos una virginidad olvidada, se besaban con esa misma ilusiòn que provoca el primer el amor, la primera entrega y asi, se olvidaròn de la realidad que les aturdìa y se amaron como lo habìan imaginado tantas veces.
Manos curiosas, instintos naciendo, pasiones que eran nuevas otra vez en dos cuerpos desnudos, àvidos de sentirse, de morir en aquel momento que parecìa tan eterno, tan surrealista pero tan cierto.

El silencio se rompiò varias veces con la voz de ella, festejando el placer, parecìa que habìa guardado en su vientre, tantos motivos para entregarlos todos esa vez, amaba y se dejaba amar sin prisas, suspirando entre caricias.
La fortuna siguiò bailando al ritmo de dos siluetas, pero todo tenìa su tiempo y el hechizo estaba bordeando el final, dejando suspiros y nostalgias vestidos esta vez de sonrisas y una esperanza que dejaba al corazòn latiendo en paz...

No volvieron a verse, aunque no necesitaban hacerlo, para darse cuenta de lo que habìa pasado en ese apasionado encuentro, sabìan lo que estaban sintiendo, no eran ciegos a lo evidente, pero la vida sigue y la realidad ahoga, lo sabìan bien.
Fuè asì que en la distancia seguìan siendo còmplices, se acordaban de cada beso, de cada loca pasiòn que les invadiò y de vez en cuando, una canciòn replicaba la vivencia.


Un abrazo,