Adormecido y todavía en cama, le daba vueltas a la cabeza ideando el tema para escribir este nuevo post en esta tarde helada de Enero.
Ultimamente ya no planifico los temas que quiero dejar plasmados aquí, sencillamente me siento en esta accidentada silla de madera, que ya parece mas una reliquia maya y me dejo llevar por la sensación que las ideas me motivan en el momento.
Hoy siento frío y el silencio del Domingo crea debates afectivos en mi, un día común pero con la particularidad de invitarme a meditar, a respirar hondo y sentir y navegar a mi interior, buscar ahí cosas que debo corregir aun y combatir, para no permitir que nada me robe la alegría de unos minutos fugazes de felicidad.
Mientras escribía el manuscrito de esta nueva aventura, tenia cerca el cuerpecito angelical de Arianna, un ángel de 9 años que roba mis mas grandes suspiros por un amor que nos liga con la sangre infinitamente, sus ojos, su mirada amorosa no podía mas que invitarme a desligarme de los pensamientos tristes y llenarlos full de carcajadas plenas de amor y júbilo.
La pereza no me permite abandonar la cama, una ubicación perfecta para imitar a los osos en su proceso de hibernación, mientras espero que el sol aparezca y con él, una mejora energética que resucite fuerzas dormidas plácidamente por ahora.
Es realmente una bendición tener esta herramienta de voz y afectos, este espacio para abrir el alma y dejarla momentáneamente en pequeños blogs donde se puede viajar a una privada Pandora(Avatar), donde el dolor se vuelve inexistente y la inspiración se vuelve mi eterna compañía.
Vienen tantas cosas a mi memoria, la inconsistencia de mi vida que se da lugar entre conflictos y aciertos, secretos y revelaciones sinceras, amores y desamores, planes y errores reincidentes.
Pero no hago pausas, sigo caminando, la vida no espera, asi que por mas que ciertas vivencias nos abatan y nos intenten joder la existencia, no queda mas que vestirnos de esperanza y entablar la batalla, pobre de la desdicha, porque morirá en cruel combate.
Este clima es de disfrutarlo plenamente, aquí suele coexistir el sol quemándonos plácidamente, pero hoy hace frío y eso es sinónimo de cama y de relajamiento pleno, cruel realidad si se mantiene vigente para el día de mañana, ir a trabajar bajo estas condiciones es una penosa labor que no celebro.
Mientras busco una taza de café y termino de leer algún buen libro, me despido esperando que en sus vidas siempre exista ese momento para poner el freno de mano y respirar un momento, ver hacia atrás y contemplar lo que hemos caminado, proseguir admirando un prometedor horizonte esperándonos adelante siempre.
Un abrazo
