lunes, 28 de julio de 2008

Los(as) amigos(as) que extravié














Abro mi refrigerador y encuentro la ultima Heineken disponible para hacer sueño y volverme algo inspirado, la destapo y emprendo el proceso de ingerirla intentando que, fluyan a mi de repente,un par de ideas fortuitas que deje plasmadas en este papel que recién empiezo a llenar con mis palabras.

Ha sido una semana bastante impactarte, tan llena de lecciones, de autoanálisis personales, de historias conclusas, de sorpresas, de nostalgias, de pérdidas, pero sobre todo de crecimiento personal.

A veces es inevitable montarse en nuestra personal maquina del tiempo y hacer viajes involuntarios al pasado, intentando sonreír o recuperar alguna vivencia que nos dejo de lado y que nos gustaría volver a vivir aunque fuera brevemente.

Es en este momento en que el titulo “Los Amigos que perdí,” me resuena en los oídos, aclaro que no quiero mezclarme con la novela del escritor Peruano Jaime Bayli sino que es algo muy cierto cuando de repente, recuerdas las buenas y valiosas amistades que tuviste y que por falta de tiempo, por circunstancias de la vida perdiste contacto o te alejaste de esas personas especiales que no volvieron mas.

Cuantos buenos amigos(as) hemos dejado atrás o hemos perdido por falta de compromiso, por la desagradable labor de ser tan egoístas y olvidarnos de dar y recordar tan solo recibir a manos llenas y acomodarmos a esas situaciones.

Porque en la mayoría de los casos nos quedamos inmóviles con la única misión de recibir el afecto, el tiempo de los demás, y cuando necesitan de nosotros a veces ponemos mil excusas en lugar de reconocer con valentía que nos da flojera, que quizás nos tienen mal acostumbrados siempre a darnos, que cuando se cansan, tarde intentamos recuperar lo que debimos hacer mientras esa persona especial estaba ahí regalándonos su amistad incondicional.

Por eso a todos mis amigos(as), que tuve y no supe valorar y perdí su rastro sin huellas de regreso, hago extensivo un sentido lo siento, un debí dar mas de mi para cuidarte y valorarte, lamento el no haber visto lo valioso de tu amistad y lamento haber sido demasiado soberbio u orgulloso para no corresponder a tu solidaridad infinita.

Amigos(as) sinceros, honestos , desinteresados, incondicionales , ya no se ven ni con una lupa en los caminos de nuestra vida, si llegas a darte cuenta que tienes a uno, cuídalo y valora su estancia, cuando la desgracia personal o afectiva te visite, serán los Ángeles que Dios tendrá cerca de ti para ayudarte a superar el problema, para llorar juntos y para extender una mano y dar un abrazo que te enseñara que la vida fue benevolente al darte amistades que supiste valorar.

Sin mas, un abrazo y hasta la próxima

SPS 27-07-2008