jueves, 20 de noviembre de 2008

Silencios que sanan


Es una helada noche de Noviembre y estoy a merced de mis silencios, en un rincón callado, privado, me encuentro creando estas lineas que se reproducen prontas como gritos vagos que se estrellan con el papel donde respiran.
Y es que en silencio, el alma se encuentra cuando vaga perdida, lejos del ruido del mundo que a veces aturde y sumerge en un pozo infinito de olvidos.
Son esos callados momentos donde somos creativos, donde en paz, el espíritu gritará sus penas y aciertos desvaneciendo en la nada los malos tormentos.
Por eso escribo, sintiendo en cada palabra que desnudo la vida, que expulsa pasiones, emociones dormidas.


Hoy de pronto me volví cómplice de esta magia, de este viaje de crear historias breves algunas, que heredo de la nada y que abandono en cada blog que escribo.
Se apodera de mi una fuerza abrasadora que provoca que estas líneas se diluyan , se extiendan hasta que decida ponerles fin con un abrazo de salida.
Entretanto, me despido en silencio, cargando energías, alimentando de ideas esta imaginación loca que me hace continuar aquí contando cosas, son cosas que contar...


Un abrazo