lunes, 13 de abril de 2009

Para no perder la esperanza


Volver, regresar a nosotros, que tarea mas ardua a veces cuando queremos alejarnos de pensamientos agrídulces y traicioneros que no ayudan para nada y que se vuelven verdugos que llegan a nuestra fiesta sin haber sido invitados.
Exiliarnos ,desterrarnos para crecer, para retornar triunfantes aun si caimos innumerable cantidad de veces, aun si nos lastimamos con los mismos obstáculos y proseguimos con la mente en alto, vencedores rompiendo moldes, superando al infortunio una y mil veces mas, creyendo que llegará un mañana mejor lleno de sonrisas , de amaneceres pacíficos y únicos donde el sol nos caliente el rostro y nos permita corroborar que seguimos vivos e indoblegables.

Retornar, sobrevivir a las palabras hirientes del mundo que no entiende y que se encarga de despedazar a los de alma frágil, persistir, aguantar, resistir los episodios grises nos llevará siempre a el momento de valorar los dias llenos de matizes vivos , coloridos de esperanzas.
Puede que hayan momentos donde sentimos sucumbir, donde no damos para mas, donde nos volvemos nuestros propios esclavos y sucumbimos ante el miedo de vernos sin evolución como si los planes a emprender parecen venirse abajo indefinidamente.
Siempre todo pasa, el agua vuelve a calmar la sed y la esperanza persiste y recompensa a los que bajo las tempestades,logran mantenerse fuertes y no se dejan abatir por el negativismo que es como una epidemia que a veces, viaja de boca en boca de aquellos que no supieron tener las agallas para seguir adelante.
No dejemos de creer, no dejemos de amar, de soñar, de reir por muy gris que de pronto el horizonte se torne, siempre el tener una luz alumbrando levemente mientras pasa el huracán, nos servirá para celebrar que por muy complicada que se nos ponga el destino a veces, tiene su lección de vida.
Un abrazo